¡Vuelve el calor! ¡Vuelven los enjambres!

Hoy queremos hablaros de la enjambrazón: el proceso natural por el que una colonia de abejas se divide en dos para formar una nueva colonia y, con ella, un nuevo enjambre.  Es la forma natural de reproducción de una población de abejas y es una parte vital del ciclo de vida de  nuestras pequeñas amigas melíferas.

Normalmente este fenómeno se produce en épocas de altas temperaturas, es decir, entre el final de la primavera y el inicio del verano y es que es precisamente la elevación de la temperatura y los desequilibrios en la termorregulación del enjambre original uno de los principales desencadenantes del inicio de la enjambrazón. Aunque también intervienen otros factores determinantes como la floración. La presencia de un mayor número de flores en los ecosistemas hace que las abejas recolecten más polen y la actividad en la colmena sea frenética. La recolección de una mayor cantidad de polen trae consigo una mayor producción de néctar y, por tanto, una reducción del área disponible del enjambre. La reina pierde espacio para poner sus huevos y baja drásticamente la liberación de feromonas que controlan la jerarquía de la colonia. Esto, a su vez, hace que los huevos previamente colocados empiecen a ser alimentados con jalea real en lugar de miel para criar nuevas reinas. Todos estos acontecimientos se denominan “fiebre de la enjambrazón” y desencadenan la salida del enjambre de un grupo de abejas exploradoras en busca de un nueva localización para el establecimiento de la nueva colonia con la antigua abeja reina.

 

El nuevo enjambre puede establecerse en una localización definitiva o, por el contrario como se ve en la imagen superior, disponerse de forma provisional en un emplazamiento que volverán a abandonar más tarde. Por otro lado, en el enjambre original, las futuras abejas reinas continúan siendo alimentadas por las nodrizas. Cuando salgan de las celdillas reales, en caso de que no sean abortadas, lucharán entre ellas por convertirse en la nueva abeja reina.

Visualmente la enjambrazón es un fenómeno natural espectacular al poder observar la salida de las exploradoras en fila india hacia la búsqueda del nuevo hogar. En este momento se cree que las abejas son prácticamente inofensivas, pues están tan concentradas en su misión que no se percatan de la presencia de posibles peligros. Sin embargo, se han de extremar las precauciones si se está cerca: alejarse, sobre todo si se sospecha que alguien pudiera ser alérgico, no atacarlas ni intentar destruir el enjambre.

La enjambrazón no solo sirve para perpetuar la especie y asegurar la importantísima función biológica de las abejas, sino que además facilita la diversidad genética de estos pequeños pero tan importantes polinizadores y además, les sirve como mecanismo para, en caso de estar infestadas, deshacerse de hongos y parásitos durante el vuelo.

 

 

2021-06-14T12:23:44+02:00Por |Sin categorizar|0 Comments

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